Antes de desarrollar una adicción, la persona suele pasar por una serie de cambios sutiles, que a menudo pasan desapercibidos hasta que el problema se vuelve grave.
El reconocimiento de estas señales supone una gran ayuda para intervenir a tiempo. De esta forma, se puede evitar que el consumo ocasional de una sustancia o comportamiento se convierta en una dependencia que afecte profundamente a la vida de la persona y de quienes le rodean. Debemos tener en cuenta que las personas en proceso de adicción desarrollan mecanismos para ocultar sus hábitos y la negación es una de las señales más comunes. Tienden a mentir sobre el consumo, ridiculizando o poniendo en entredicho la mera sospecha. Si se sienten atrapados por la realidad, su reacción es minimizar sus comportamientos con frases como “Lo hago solo para relajarme” o “puedo dejarlo cuando quiera”.
A continuación te explicamos algunas de estas señales y cómo puedes detectarlas.
Cambios de en el estado de ánimo
Uno de los primeros signos que puede manifestar una persona en camino hacia una adicción son los cambios en su comportamiento y en su estado de ánimo.
Los cambios de humor se manifiestan en forma de irritabilidad, ansiedad o cambios bruscos, como pasar de momentos de euforia a periodos de tristeza o agresividad sin motivo aparente. También puede aparecer una pérdida de interés en actividades que antes le gustaban, o alejarse de personas importantes de su vida. Este comportamiento puede ser una señal de que sus prioridades están cambiando y la adicción empieza a ser algo muy importante en su vida. Por último, el aislamiento social o cambio del círculo social puede ser una señal clara. ¿Por qué? Por la necesidad de ocultar su consumo o debido al cambio en sus intereses y prioridades.
Cambios físicos
Las señales de una adicción también pueden ser evidentes en el aspecto físico de una persona, aunque pueden ser más difíciles de reconocer, ya que varían según la sustancia o el comportamiento adictivo. Pueden sufrir insomnio o, por el contrario, dormir en exceso. También pueden prestar menos atención a su cuidado personal y resultar en un aspecto descuidado. En cuanto al peso, puede sufrir variaciones, tanto en aumento como en pérdida. Dependiendo de la sustancia, el cambio puede ser notorio. Además, se suelen presentar patrones de alimentación poco saludables.
Desempeño en responsabilidades diarias
El impacto de una adicción en la vida diaria de una persona no tarda en aparecer. Este es un factor clave que puede señalar una adicción en sus primeras etapas. Surgen dificultades en el trabajo o los estudios. Un buen estudiante puede pasar a tener bajas calificaciones; un buen trabajador puede bajar su rendimiento, ausentarse frecuentemente o mostrar una motivación muy baja. También pueden aparecer problemas financieros, con gastos inexplicables, dificultades para cubrir las necesidades básicas o constante necesidad de dinero.
La importancia de buscar ayuda
Detectar estas señales tempranas de una adicción puede constituir una gran diferencia. Si identificas alguno de estos signos en una persona cercana o en ti mismo, debes pasar a la acción.
En nuestro centro, contamos con profesionales capacitados para ofrecer apoyo y orientación en cada etapa del proceso de recuperación. La ayuda está disponible, y dar el primer paso es el inicio hacia una vida más saludable y plena.
